Alfredo de Jorge, creador de @memesborgeanos

EL MEME, EL OTRO

Por Paulo Ferreyra

Creador de los deslumbrantes @memesborgeanos, Alfredo de Jorge será una de las grandes atracciones de nuestro próximo Festival Mulita. “Me entusiasma y me pone contento este tipo de propuestas para un festival literario”, aseguró en esta charla que se abrió paso entre sus procesos creativos y las repercusiones que han tenido sus memes rabiosamente creativos. Y, por cierto, nada baladíes. 

“Vamos a mostrar un par de memes para abordar ejes temáticos y núcleos semánticos. Vamos a usarlos como disparador para hablar de Borges”, explicó el autor que el sábado 10 de junio estará junto con Laura Aguirre en una charla–entrevista.

Borges y las relecturas

Alfredo de Jorge es profesor, licenciado en Letras, egresado de la UCA. Se desempeña como profesor en nivel secundario y cuenta que siempre enseñó textos de Borges. “Siempre con los alumnos estamos leyendo sus textos, incluso como complemento uso muchos textos de Borges. Si leemos Crónicas marcianas, por ejemplo, leemos el prólogo de Borges sobre Crónicas marcianas. Si leemos El Martin Fierro leemos un ensayo de Borges sobre el Martín Fierro”. Los ejemplos se bifurcan ampliamente. 

Hace ya casi tres años, en plena pandemia de Covid-19, en una de aquellas tantas noches de insomnio, Alfredo comenzó este viaje de crear memes borgeanos. 

—Antes de crear los memes, lo que estaba con seguridad era este conocimiento sobre la obra de Borges. ¿Qué es lo que te convoca de su obra?

—En principio lo que me seduce de Borges es que cada vez que me acerco a sus textos tengo la sensación de que —sin importar las veces que haya leído el texto— siempre voy a encontrar algo nuevo. Eso es lo que más le podés pedir a un texto, esa posibilidad de visitarlo eternamente y siempre encontrar cosas nuevas. En cada vuelta de lectura aparecen nuevas capas de profundidad. Esto no es una exageración. Hay textos que literalmente los he leído más de diez veces y les sigo encontrando cosas, a veces los leo con los alumnos y ellos encuentran cosas que yo no había encontrado. Eso es algo fantástico. 

A mí me gusta mucho leer sobre ciencia, divulgación de ciencia, y esto en algún sentido es lo opuesto pero creo que ambos tipos de textos me acercan a una comprensión y a un entendimiento del mundo. No estoy diciendo que aprendo cómo funciona la evolución o que aprendo astrofísica leyendo a Borges, pero de algún modo las conductas humanas, la existencia y nuestro lugar en el mundo, nuestras limitaciones y nuestras capacidades es algo que sí aprendo de Borges. 

—Te gustan la ciencia, Borges y los memes, ¿están en un mismo plano?

—Sí, de hecho, el creador de la palabra ‘meme’ es un científico evolutivo que acuña el término en uno de sus libros sobre genética y evolución para explicar cómo la cultura —según su parecer— funciona de manera análoga a la selección natural. Es decir, en un conjunto de ideas determinadas que hay en una sociedad, aquellas que perviven y pasan a la siguiente generación y se siguen transmitiendo son las que tienen determinada característica, que las hacen funcionar mejor. Eso es análogo a la genética, los genes que pasan de una generación a otra son los que están más adaptados al ambiente. En el fondo, meme, ideas, conocimientos, obras que se convierten en clásicos, están operando de algún modo similar. La creatividad y las mejores ideas van por ese lado. Los buenos textos son los que algo tienen que los sigamos leyendo muchas veces. 

—¿Te hace reír Borges?

—Sí, no a carcajadas, pero me saca sonrisas. Hay otros escritores que sí me hacen reír a carcajadas como Cortázar o Cesar Aira, entre otros. Borges lo que me provoca es una sonrisa, es una mueca que me estimula la inteligencia. Además, ahora estoy más metido en todo lo que rodea a Borges, en parte porque me invitan a dar charlas, y entonces me estoy nutriendo de biografías y entrevistas, entre otras cosas. En ese plano, estoy conociendo otra faceta que tiene relación con la personalidad de Borges. Ahí se revela con un humor muy irónico, que siempre contestaba otra cosa de la que le preguntaban, era políticamente incorrecto y provocador. Los memes también están nutridos de estas cosas, porque mezclo textos con biografía, anécdotas y relecturas. 

—¿Esa ironía de Borges te hace pensar que podría estar contento con tus memes?

—Es muy difícil contestar esto, pero creo, sin vanagloria y sin jactancias, que en el fondo —salvando las enormes distancias— estoy haciendo con su obra lo que él hacía con las obras de otros escritores. Él tomaba un elemento de un escritor y lo reescribía. No creo que esté haciendo nada genial o trascendental, pero de algún modo el procedimiento de hacer un meme no es muy diferente en la sustancia a lo que él hacía. El agarraba el mito del Minotauro o un fragmento del Martín Fierro, tomaba algunos elementos y hacía un cuento.

—En los memes encontramos textos de Borges que se cruzan con la literatura, el cine, las series, otros escritores o escritoras, ¿cuál es tu procedimiento para crear?

—No soy muy consciente de los procedimientos. Muchas veces surgen solos, estoy viendo un capítulo de Los Simpson y pienso esto puede ser borgeano. O estoy viendo un meme de otras páginas y pienso esto es borgeano, así que voy y busco la cara de Borges. Es mucho trabajo. Hacerlos es mucho trabajo. Ahora se me ocurrió por ejemplo hacer una serie de memes con las novias de Borges, tengo ya dos o tres, pero me gustaría hacer una seguidilla de diez. Me encontré con que me falta información así que fui y me compré por internet un libro sobre las novias de Borges. Lo estoy por leer en estos días y espero sacar data de ese libro. Buscaré fotos de esas novias. Hay trabajo, ver qué funciona y a veces aparece la idea y hay que salir a buscar material. Muchos memes vienen de la relectura.

—Pensaba también en las competencias que hay que tener para entender. Recién traías a Los Simpson y pasa un poco como con ellos, todos podemos mirar, pero no siempre nos reímos o entendemos esa referencia que está presente, ¿te interesa llegar a todos o no es algo que estés pensando a la hora de crear?

—En ese sentido no pienso y no me preocupo demasiado. A mí se me ocurre el meme y si me causa gracia, lo subo. No me preocupo por si este meme va a tener pocos o muchos likes. Obviamente, no voy a negar que me siento contento cuando algo gusta y lleva más alegría a más personas. Pero yo hago el meme que se me ocurre y no trato de buscar el like, por lo menos no de manera consciente. 

Lo más lindo que me ha pasado es que personas que no han entendido algunos memes fueron y releyeron textos de Borges. Hay gente que no se queda con “no entender”. Esto es lo más lindo que puede pasar, alguien en su casa hace un meme y después otra persona en su casa a partir de un meme toma un libro de Borges. No hay nada más lindo que eso. 

—Algo de eso me pasó cuando vi el meme “lectores-La invención de Morel-el prólogo de JLB”. 

—Ese meme me encanta. Leí la novela y, te soy sincero, mucho no me gustó. También debo decir que me habían ‘spoileado’ el final y entonces quizás por eso llegué al texto de otra forma. A la vez pienso que el ‘spoiler’ y las sorpresas están un poco sobrevaloradas. Si una obra es buena, te va a gustar aunque ya sepas el final. 

El prólogo de esa novela es genial… No sé si es tan bueno, pero ahí Borges hace su ataque a la literatura realista que estaba muy de moda en ese momento. Él defiende la literatura fantástica que es lo que estaba haciendo con sus amigos. Ese prólogo lo podemos poner en un conjunto con otros ensayos sobre el mismo tema. 

—¿Es difícil leer a Borges?

—Es difícil para mí, pero no es tan difícil como tiene prensa de que es difícil. Es decir, vivimos en un mundo —a mi criterio— que es ajeno a la lectura como hábito. Hace unos días pensaba en la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley. Es una novela sobre un futuro distópico donde se quiere que la gente no piense, no reflexione y siga acríticamente lo que le dice el Estado. Entonces lo que se hace con los niños cuando son pequeños es ponerles libros en frente, pero cuando ellos van a tocar los libros le dan electroshock. Es una novela de ciencia ficción, de 1932. 

Sin embargo, hoy no necesitás dar un electroshock a una persona para que se mantenga alejada de los libros. La gente de por sí no se acerca a los libros. Es más, ponés una persona como Marie Kondo, que decía que en una casa no debe haber más de tres libros. Eso tiene más efecto que un electroshock. Vivimos en un mundo donde la gente no se sienta a leer. Tenemos poco tiempo. En este contexto tenemos a Borges, que sí necesita tiempo. Borges necesita que vos apagues la tele y dejes el celular de lado. Que te puedas sentar veinte o cuarenta minutos, lo que sea que te lleve leer un texto que requiera toda tu atención. Eso es lo difícil. Lo difícil no es tanto Borges, sino que la gente deje sus cosas, que haga una pausa en el ajetreado mundo de la cotidianidad y se concentre en algo que tiene muchas capas de lecturas. 

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