Claudio Rojo Cesca: “Escuche los dictados de la propia incorrección”

En una especie de autopresentación que hizo para el FILBA, Claudio Rojo Cesca dice que alguna vez quiso ser guitarrista punk, vaquero, cineasta, vengador coreano… en suma, Rojo Cesca siempre quiso escribir. 

Nacido en Santiago del Estero en 1984, es autor de los poemarios Fotos de mi chonga desnuda dentro de una nave espacial (Larvas marcianas), Horas que pasé dentro del frasco antes de la mutación y Sombra Kamikaze. También publicó los libros de cuentos Viñetas del insomnio no resuelto (Colección Leer es futuro) y El montaje obsceno (Nudista, 2018). Actualmente forma parte de Chernobyl Ediciones y lleva adelante el sello editorial El Dedo de Pumpido.

Usted escribe y es reconocido por eso. Pero en realidad ¿en qué asunto es bueno usted?

Soy excelente dándome razones para no levantarme temprano.

¿Emoción contenida y bajo control o emoción desenfrenada? 

Emoción desenfrenada directed by Clint Eastwood: que algo quede a la sombra.

¿Está bien o está mal robar libros? 

No sólo está muy bien, gracias a eso John Woo aprendió a hacer películas.

¿Escribir es un trabajo? ¿Y leer?

Habría que ver qué entiende cada quién por “trabajo”. En todo caso, me parecen un oficio y una inevitabilidad. Parafraseando a Busqued: escribo porque no tengo otra. También está bueno sustraerse si la cosa empieza a paralizar la dialéctica lectura/escritura. Salir del acto que convierte el placer en una trampa. De la mística del escritor penitente soy ateo. 

En un barco que se hunde hay un poema, un cuento y un ensayo. Usted puede salvar sólo a uno. ¿A cuál salva?

Por conexión con el origen: un cuento. Ahí está la primera huella de mi amor por la literatura.

Si acaso un virus mortal se desatara sobre la Tierra y, aunque suene inverosímil, nos viéramos obligados a implementar una cuarentena. ¿Con qué personaje de ficción le gustaría pasar esa cuarentena?

Beatrix Kiddo.

Complete la oración con el título de un libro: 

a)    Menos mal que no escribí Los suicidas (Di Benedetto)… es mi novela favorita y escribirla (en el universo ideal donde fuera posible que yo escriba algo así de bueno) sería un modo de perdérmela.

b)    Cómo me hubiera gustado escribir Los peligros de fumar en la cama (Mariana Enríquez)… Todo lo que quiero que sea un cuento está en las venas de ese libro.

¿Qué cosas propias o ajenas le avergüenzan?

La falta de autoconciencia y el extrañísimo hábito que tienen algunes de autoadjudicarse una gesta revolucionaria, no importa la escala. 

Un consejo, pauta, o cosa por el estilo para alguien que recién se larga a escribir, o que ya lo venía haciendo pero con muy mal tino.

Que lea mucho, vea películas, adopte maestros/maestras/maestres, escuche los dictados de la propia incorrección en lugar de huir de ella y no escriba para el tráfico de likes.Lo mejor de la literatura es… el sacudón que supone desmadrar el mapa del lenguaje y reinventar una intimidad con las palabras. 

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